miércoles, 22 de abril de 2020

¿Por qué soy Psicológo?

Lo de ser Psicólogo lo tenía claro desde siempre, tened en cuenta que mi madre me llevó a Madrid cuando yo contaba con solo tres años, fueron catorce años de rehabilitación, solo interrumpidos por pequeños descansos en los que volvíamos al pueblo.

Y claro, conocí a muchos niños a los que ayudaba en lo que podía, pero también quería ayudar psicológicamente porque pienso que al ser yo uno de ellos, les puedo comprender mejor, ya que he pasado por muchos de sus problemas.

Por ejemplo: 

¿Qué hacer cuando el alcalde te da largas aun siendo objetivamente mejor?
¿Qué hacer cuando la chica te rechaza, aunque solo sea feliz contigo?
  
En cuanto al confinamiento, no tenemos problema, porque somos los grandes olvidados de la sociedad, estamos acostumbrados.

Pero si, yo quiero ayudar a personas con diversidad funcional, lamentablemente ¡No me dan la oportunidad!

¡Ah!, se me olvidaba, existe otro motivo: La ventaja de ser psicólogo, es que es la única profesión, en la que el cliente nunca tiene la razón.




Haciendo prácticas en la Universidad de Jaén.

Este año no hay Semana Santa


Este año no hay Semana Santa, duele a los que la sentimos y la vivimos como mucho más que unos días de vacaciones, duele muchísimo, pero, este año, seguro que nuestro Nazareno está ayudando a todos los que sufrimos esta Pandemia.

Este año, nuestro Nazareno ha considerado más útil ayudar en hospitales, fuerzas de seguridad, transportistas, reponedores, y tantas personas que pasaban desapercibidas y se han revelado esenciales para superar esta crisis.

Porque esta crisis no se supera con grandes discursos, ni Messi, ni Cristiano, ni el egoísmo de ir a nuestra bola.

Este mundo de prisas, ha parado en seco, para intentar que nunca más volvamos a olvidar que esta crisis solo se supera con: Trabajo, Talento, Colaboración, Respeto, Empatía, Responsabilidad, Solidaridad, Voluntad, Honestidad, Compasión, Amor, Perdón. Gratitud…

Tantos valores propios del ser humano, que el ser humano había olvidado.

De esta crisis no es posible salir solos. La única opción válida, a mi juicio, es volver a ser Nazarenos y Cirineos. Todos llevamos nuestra cruz, todos necesitamos ayuda. Nuestro Nazareno, siendo grande, se hizo pequeño y necesitó ayuda. No queramos ser más que Él.

Os deseo una profunda Semana Santa.

viernes, 13 de marzo de 2020

A VECES...

A veces me pregunto si merece la pena,
tanto esfuerzo para conseguir una cena,
lo que a otros se les da sin más,
porque sí, ya está.
Por ser hijo de tal,
de cual o de Pascual.
Por llamarse Ernesto y no ser honesto,
¡Qué sé yo!
A veces me pregunto si tiene sentido,
tanto esfuerzo,
tanto tiempo,
tantas explicaciones,
tantas alusiones,
especulaciones,
ilusiones y decepciones.
A veces me pregunto si merece la pena,
estos versos disfrazados de prosa,
este Rap de la cordura,
esta reflexión de la locura 
de un mundo que gira demasiado rápido,
sin saber ni dónde va.
Qué mareo,
vómito
y me irrito
cuando en este sindiós,
el discapacitado soy yo, ja.

Porque tú lo digas,
porque caminas más rápido,
porque hablas más deprisa.
Pero si no sabes ni qué dices,
ni a dónde narices te diriges,
no disfrutas de la brisa,
me meo de la risa.
Y ahora me despido,
que viene el Coronavirus,
y el cabrón,
no avisa. Ja.